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(Noticias ONU)- El discurso de incitación al odio está teniendo un efecto demostrable en la sociedad: una de las muchas similitudes entre los atentados de enero contra los  del 6 de enero de 2021 es que cada uno de ellos se produjo después de que determinados grupos dirigieran repetidamente una retórica peligrosa y afirmaciones falsas contra los otros. 

La preocupación por este creciente fenómeno ha llevado a expertos independientes en derechos humanos a pedir a las principales plataformas de redes sociales que cambien sus modelos de negocio y asuman más responsabilidades en la lucha contra el aumento de la incitación al odio en internet. 

Recientemente, el caso del controvertido influente Andrew Tate acaparó la atención de los medios de comunicación, tras su detención en Rumanía en el marco de una investigación por presunta trata de seres humanos y violación, la cual niega. 

Tate ya había sido expulsado de varias redes sociales importantes, como TikTok, Instagram, Facebook y YouTube, por expresar opiniones misóginas y comunicados de odio. 

Odio y violencia en Sudán del Sur 

En Sudán del Sur, el acceso a internet está limitado a una pequeña élite, pero activistas como Edmund Yakani, uno de los defensores de los derechos humanos más destacados del país, son sin embargo blanco de discursos del odio en la red. 

Yakani explica a Noticias ONU cómo incitar al odio, tanto dentro del país como desde la diáspora, está contribuyendo a aumentar la violencia en la nación más nueva del mundo: El 60% de la violencia mortal en Sudán del Sur, afirma, está provocada por los discursos del odio. 

Yakani dice que a menudo ha sido víctima de ataques en línea, en los que su imagen, o las declaraciones que ha hecho, han sido distorsionadas. “Algunos me describen como una especie de animal, una cucaracha, un mono o una serpiente, o simplemente me llaman asesino”. 

“Esta narrativa tiene enormes implicaciones. Destruye mi tejido social, mis relaciones con los demás, y genera desconfianza y falta de confianza de la gente hacia mí”, comenta.  

El discurso del odio está teniendo una influencia desestabilizadora en su país, le preocupa a Yakani, convirtiendo la violencia en la principal herramienta para resolver disputas. 

Lee la noticia original en el portal de Noticias ONU.