(Nota de la Redacción: este artículo publicó en el portal sobre Cambio Climático de la ONU)
(Noticias ONU Cambio Climático)- En septiembre tuvo lugar una reunión de expertos en Cairns (Australia), en la que se destacó el papel esencial de las soluciones basadas en la naturaleza para hacer frente al cambio climático. En la reunión también se destacó la necesidad de aumentar la financiación para dichos enfoques.
Las soluciones basadas en la naturaleza son acciones para proteger los ecosistemas naturales que benefician a las personas al tiempo que contribuyen a abordar el cambio climático y a proteger la biodiversidad. Por ejemplo, la protección o plantación de manglares en zonas costeras reduce el impacto de las tormentas en las personas, absorbe el carbono y al mismo tiempo proporciona un hábitat para peces, aves y otras plantas.
En su intervención en el Foro sobre Financiación de Soluciones Basadas en la Naturaleza, organizado por el Comité Permanente de Finanzas de la CMNUCC, el Secretario Ejecutivo Adjunto de la ONU para el Cambio Climático, Ovais Sarmad, dijo: “Nos enfrentamos a la doble crisis del cambio climático y de la naturaleza. Ambas están inextricablemente unidas. La destrucción mutua y entrelazada se agrava cada día. Si la naturaleza y el cambio climático están vinculados, es lógico que las soluciones basadas en la naturaleza estén en el centro de la lucha contra ambos”.
Muchos países ya han incluido soluciones basadas en la naturaleza como parte de sus planes nacionales de acción climática -conocidos como contribuciones determinadas a nivel nacional- y las han hecho parte de sus planes nacionales de adaptación. Sin embargo, los países en desarrollo y las comunidades locales necesitan un mayor apoyo financiero y técnico para estas actividades.
“Sólo se destinan unos 133 000 millones de dólares a soluciones basadas en la naturaleza, y las inversiones deben triplicarse de aquí a 2030 para alcanzar los objetivos de neutralidad climática, natural y territorial”, declaró Inger Andersen, Directora Ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
Sarmad hizo un llamamiento para que el clima y la naturaleza se sitúen al frente de las agendas nacionales e internacionales, y en el centro de todas las decisiones financieras, tanto públicas como privadas. Y pidió a los gobiernos que presten atención a las voces de las comunidades locales, los pequeños agricultores, los pueblos indígenas, las mujeres y los jóvenes.
Un ejemplo de proyecto eficaz que utiliza soluciones basadas en la naturaleza es la iniciativa australiana Jaragun Ecoservices, que protege una cuenca fluvial cercana a Cairns. La zona del río Russell se ha visto perjudicada por el desarrollo agrícola, que corre el riesgo de arrastrar nutrientes y sedimentos al ecosistema de la Gran Barrera de Coral australiana, tan sensible pero importante a la vez. Los delegados reunidos en Cairns vieron de primera mano cómo los guardas forestales autóctonos trabajan actualmente para restaurar la zona de captación, formada por manglares y llanuras de inundación.
Gudju Gudju, un anciano indígena, señaló la larga herencia de los modos tribales de gestión de la tierra y la naturaleza, e hizo hincapié en el papel de la naturaleza y las especies autóctonas y en las devastadoras consecuencias de su pérdida.
“Si estamos aquí, no debemos pensar sólo en nuestra pequeña parcela, sino también en todos los demás países que se verán afectados por el cambio climático si no se toman medidas”, dijo.
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