¡Qué buena noticia! El Recinto de Río Piedras, de la Universidad de Puerto Rico (UPR), abrió el Comedor Universitario “Mesa Abierta” para atender el hambre en la comunidad. 

El proyecto de repartición de comida surgió como respuesta directa a los hallazgos del Estudio de Necesidades Estudiantil (Lee el estudio completo aquí), que reveló que 1 de cada 4 estudiantes experimentó inseguridad alimentaria en los últimos 12 meses. 

La iniciativa se hace realidad tras más de una década de reclamos y propuestas en torno a la inseguridad alimentaria de los estudiantes. Llegan tarde, hay que decirlo, pero finalmente reconocen no solo que hay hambre, sino que es deber de la institución hacer algo. Hay que felicitar a todas las personas involucradas.  

 No es poca cosa. Recordemos que la lógica de nuestros gobiernos es desentenderse de la responsabilidad social, recortar el gasto público, eliminar servicios y beneficios que llegan a la gente. En ese contexto es que nos alegra que la Universidad de Puerto Rico, una institución clave del país, haya decidido actuar. 

Un poquito de historia no viene mal 

En 2013 abrimos nuestro primer Comedor Social precisamente en el recinto de Río Piedras. Operó hasta la pandemia en 2020, con un modelo de aportaciones abierto, para que nadie se quedara sin comer. 

 El sistema de aportaciones aceptaba: 

  1. Dinero (se sugería $5, pero cada cual donaba según sus posibilidades), 
  1. Materiales (alimentos o utensilios de cocina), y 
  1. Tiempo de trabajo/voluntariado. 

 Ese sistema solidario es lo que, para nosotras, hace “social” a un comedor: lo vuelve un proyecto autogestionado, sostenido por su propia comunidad. 

 El sistema de aportaciones permitía volver a comprar alimentos para cocinar, pero más importante, promovía la participación de los estudiantes y su integración a los trabajos. Comedores Sociales se fue haciendo una organización precisamente con esos estudiantes que daban tiempo voluntario. Más de uno trabaja hoy en Comedores, convertidos en líderes, en coordinadores de acciones contra el hambre. 

 Toca la siguiente foto para que veas un video que creó el Comedor Social Universitario como parte de una campaña de recolección de alimentos. 

Mesa Abierta se lleva a cabo como un modelo de auspicios 

Alejado de aquella autogestión que practicábamos en el Comedor Social, ahora la comida la ponen unas pocas grandes empresas y algunos grupos comprometidos contra el hambre que cocinan. La comida llega de afuera. Los 200 platos y las 500 compras. Allí los estudiantes la reciben y la reparten. Lo que llega. Todo bien. Y el hambre, un poco menos. 

 El modelo de auspicios corporativos y apoyo comunitario tiene la fortaleza de no ser un gasto ni para la universidad ni para los estudiantes, pero la debilidad de estar a la espera de lo que puedan recibir de otros. 

Por eso es comprensible que algunos estudiantes sientan inseguridad en la dependencia que supone este modelo, por lo que desde ya se están preguntando cómo mejorar el comedor universitario. 

¿Puede la UPR identificar fondos propios para el Comedor Universitario? 

¿Puede establecerse una cocina en el recinto para que un proyecto autogestionado universitario pueda surgir? ¿Pueden los Consejos Estudiantiles organizar un Comedor Social o hará falta una organización estudiantil independiente, que pueda liderar un proyecto complejo de elaboración y distribución de alimentos? 

Es oportuno mirar el país completo. Puerto Rico no actualiza un estudio de inseguridad alimentaria desde 2015, cuando el Instituto de Estadísticas estimó cerca de un 33% de adultos en inseguridad alimentaria. Desde entonces, mucho ha cambiado: huracanes, terremotos, pandemia, inflación, entre otras cosas… 

Por eso necesitamos un nuevo estudio sobre inseguridad alimentaria 

Un nuevo estudio que nos deje saber cómo está el hambre ahora, y que eso nos ayude a orientar decisiones de política pública—como pasó en la IUPI: un estudio, con datos, como antesala a la acción. 

Pero bueno, ustedes y yo sabemos que nuestros gobiernos no quieren saber cómo está el hambre, no quieren porque no quieren hacer nada. A nuestros políticos solo les interesa vivir de los fondos públicos y hacer asistencia con el dinero federal. Mientras dure, claro. 

Por cierto, con muchos menos fondos pero con mucha más convicción, la organización comunitaria Taller Salud hizo su propio estudio de inseguridad alimentaria y desarrolló muy buenos planteamientos de política pública en un estudio que reseñamos aquí. 

En Comedores Sociales celebramos los pequeños adelantos, pero lo cogemos suave. El hambre no se acaba en ningún lado con proyectos de asistencia, lo sabemos, sino cambiando cosas en la sociedad, distribuyendo riquezas, ampliando oportunidades y creando alternativas duraderas a largo plazo. Al menos eso es lo que creemosApoya aquí. 

Cierro con una consigna inventada en 2019 y que resume nuestra aspiración a largo plazo: 

“Un Comedor 

Cien Comedores 

Vamos paso a paso  

Avanzando posiciones” 

By Giovanni Roberto Caez

Portavoz coordinador, cocinero principal y fundador de la organización Comedores Sociales, que opera un Centro de Apoyo Mutúo y el Super Solidario, en Caguas, una organización sin fines de lucro de base social que busca erradicar el hambre en Puerto Rico.