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San Juan, Puerto Rico, Iaram, Unsplash

En Puerto Rico, las decisiones más importantes sobre el lugar donde vivimos —qué se construye,  qué se conserva, qué se convierte en comercio o qué se privatiza— no siempre se toman con nuestra  participación. El Reglamento Conjunto 2023, aprobado sin vistas públicas y recientemente  anulado por el tribunal, ejemplifica una forma de gobernanza que prioriza la mal llamada agilidad  administrativa por encima de la democracia territorial. 

Desde ¡Planifiquemos! estaremos presentado una ponencia ante la Junta de Planificación explicando  por qué este reglamento debe ser derogado y reemplazado por uno que respete el derecho de las  comunidades a participar en las decisiones sobre su territorio. El RC-2023 facilita usos peligrosamente permisivos: permite alquileres a corto plazo en zonas residenciales sin análisis de impacto, abre la puerta a proyectos energéticos industriales en terrenos agrícolas, y permite que escuelas cerradas se conviertan en comercios sin procesos de consulta ni evaluación social. Además, consolida un sistema de permisos donde ya no es el Estado quien fiscaliza, sino el propio solicitante  mediante autoverificación. 

A esto se suman fallas técnicas graves: el reglamento ignora la categoría de suelo urbanizable  reconocida en el Código Municipal; deja a discreción de OGPe la celebración de vistas públicas para  consultas de ubicación; y normaliza la incompatibilidad de usos en distintas calificaciones, como  permitir proyectos energéticos en suelos agrícolas o usos privados en zonas dotacionales. También  establece distritos sobrepuestos sin claridad sobre su funcionamiento ni jerarquía normativa,  debilitando la coherencia del sistema de planificación. 

Pero más allá del plano técnico, estas discusiones no pueden quedarse entre expertos. Por eso hemos  creado la guía “Tu comunidad, tu terreno, tu derecho”, que explica qué es el reglamento, cómo puede  afectar tu barrio y qué puedes hacer para participar. Esta guía se está compartiendo en redes,  comunidades y organizaciones. También hemos diseñado talleres y recursos accesibles para apoyar a quienes quieran expresarse en las vistas públicas. La planificación no es un privilegio profesional: es un derecho colectivo. 

Este verano habrá vistas públicas sobre el reglamento. Es el momento más importante que  tendremos este año para frenar un modelo que normaliza el desplazamiento, la especulación y la  desconexión entre el papel y el país. Si no se escucha a las comunidades, si se continúa ignorando  los planes municipales, el resultado será más fragmentación e injusticia espacial. 

Planificar no es llenar formularios. Es decidir juntos cómo queremos vivir. El reglamento debe  responder a la gente, no al revés. Como decimos en ¡Planifiquemos!, “Hablando la gente se  entiende”. Y si no trazamos nosotres el mapa del futuro, otros lo harán —y no siempre con el bien común en mente.

Por David Carrasquillo Medrano

Director Ejecutivo y fundador de la organización ¡Planifiquemos!