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Vesky, Unsplash

Amigxs del MA.R. presentó los hallazgos de una investigación sobre salud mental y emocional donde refleja los retos físicos y emocionales que provoca la crisis climática en Puerto Rico. El proyecto Enraizando ante la Crisis Climática nace de la necesidad de información precisa ante lo que hemos observado en la organización durante años. Con las personas y comunidades con quienes hemos trabajado y establecido conexiones, hemos escuchado una y otra vez el profundo efecto emocional que provoca la crisis climática en sus vidas. Especialmente ante el olvido sistemático y las respuestas marcadas por el clasismo, racismo ambiental y la exclusión.

Las personas participantes reconocieron el deterioro acelerado de la naturaleza y su efecto en la humanidad, entendiendo que somos parte de ese mismo ecosistema. Las respuestas dejan claro que la crisis climática no es una amenaza futura: ya afecta la vida cotidiana y emocional de quienes habitan en Puerto Rico. Este reconocimiento colectivo exige una respuesta urgente del gobierno, que debe decidir si continuará ignorando el daño o si optará por actuar, sanar y reparar.

Realizar esta investigación también fue una experiencia profundamente transformadora para quienes la llevamos a cabo. Siendo parte de una organización ambiental, escuchar de primera mano las vivencias de las personas fue desgarrador y revelador. Las historias compartidas pusieron en evidencia una conciencia colectiva sobre el daño ambiental y su conexión con el sufrimiento emocional y físico.

Los hallazgos de este estudio visibilizan la relación directa entre la crisis climática y el deterioro de la salud en múltiples dimensiones. Las personas reportaron vivir con diversas condiciones físicas siendo algunas de ellas enfermedades respiratorias, cardiovasculares, metabólicas, neurológicas, musculoesqueléticas, de movilidad, reproductiva, digestiva y sensoriales, así como cáncer. Entienden que estas condiciones se agravan aún más ante las decisiones humanas desacertadas que enferman a la naturaleza y a quienes habitamos en ella. 

En cuanto a la salud mental, han experimentado ansiedad, depresión, diversos trastornos, estrés postraumático, insomnio, ataques de pánico y TDAH. Muchas de estas condiciones se ven agravadas por eventos climáticos extremos y por el impacto emocional de ver sus entornos naturales y comunidades vulneradas por decisiones políticas y económicas.

Desde Amigxs del M.A.R., hemos sido testigos de cómo la crisis climática afecta el bienestar emocional colectivo. En nuestros acompañamientos a comunidades y proyectos, como el Mapa de Costas PR —una herramienta digital lanzada en 2023 para denunciar daños ambientales en las costas—, la gente expresa sentir impotencia, tristeza y rabia ante la destrucción ambiental y la inacción gubernamental.

Este estudio revela una realidad emocional compartida, marcada por el dolor, pero también por la esperanza. Las personas entrevistadas no solo denunciaron lo que viven, sino que también ofrecieron propuestas claras y contundentes para apostar al bienestar colectivo y a la sanación del país. Aportando así no tan solo datos importantes, sino, invitando también a la acción urgente y ética. La crisis climática es una crisis emocional. Atenderla requiere reconocer la dignidad, los derechos y las voces de las comunidades que ya están enfrentando sus consecuencias y que saben, desde su experiencia, qué caminos seguir hacia un futuro justo y vivible para todxs.

Por Erimar Landrón

Organizadore Comunitaria y de Educación en la Organización Amigxs del M.A.R.