(Rincón) – Un centenar de personas se congregó en la cancha de baloncesto de la playa Marías, en el barrio Puntas, para denunciar la construcción ilegal de una tubería de aguas sanitarias que descarga aguas usadas en los predios que utilizan los niños de la comunidad y cerrar temporeramente las actividades del hotel Beach House, empresa a la que responsabilizan por este crimen ambiental.
Tras la conferencia de prensa y recorrido por los predios contaminados, un centenar de personas de la comunidad se congregó frente al hotel y restaurante Beach House, donde organizaron un piquete, recogieron las sillas que tiene desplegada la hospedería para mirar los atardeceres y las apilaron frente al establecimiento, con el objetivo de paralizar las actividades del establecimiento.
Piquete frente a Beach House / Amigas y Amigos de Tres Palmas
Ramón Díaz Zambrana, planificador ambiental, miembro y portavoz del grupo Amigas y Amigos de Tres Palmas, condujo la conferencia de prensa convocada en la cancha, donde denunció que Kevin Killarney –un bombero retirado originario de la ciudad de Nueva York que funge como propietario- admitió que es el responsable de la construcción de esta infraestructura ante miembros de la comunidad, el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), la Junta de Calidad Ambiental y el alcalde de Rincón, Carlos López.
“Con premeditación y alevosía, se instaló una tubería de aproximadamente 100 pies, la cual descarga en un drenaje francés de aproximadamente 200 pies. La comunidad quiere saber quién o qué compañía estuvo a cargo de esta construcción”, dijo el portavoz de Amigas y Amigos de Tres Palmas.
Según la denuncia del grupo comunitario, desde septiembre se presenciaban aguas con características sanitarias y pestilencia en la playa María, Domes y el parque de los niños. Incluso, varios surfistas informaron que se enfermaron de infección de oído e infección de garganta, entre otros síntomas. Más tarde, ya en noviembre se identificaron más aguas sanitarias empozadas en la cancha de baloncesto que utilizan las niñas y niños de la comunidad.
“Cabe señalar que la organización ambiental, Surfrider, capítulo de Rincón, diligenció muestreos y análisis de laboratorio en varias áreas: la cancha de baloncesto y en el área de la trinchera francesa. Los resultados son positivos a heces fecales en concentraciones elevadas”, añadió Díaz Zambrana.
Este crimen ambiental impacta la vida y la salud de la comunidad del barrio Puntas, por lo que la comunidad de Rincón y el grupo Amigas y Amigos de Tres Palmas le exigen al municipio que implemente un Plan de Manejo de Escorrentías (Programa MS4, en cumplimiento con la Agencia Federal de Protección Ambiental, EPA, por sus siglas en inglés) y que utilice su autonomía para revocar la patente municipal “a estos criminales ambientales que siguen operando como si nada hubiera pasado”.
“Miembros de nuestro grupo recorrieron en el día de ayer los terrenos aledaños al Faro y playa Domes y presenciaron aguas sanitarias y agua de lavado proveniente del negocio. Queremos destacar que la Reserva Marina Tres Palmas se ve afectada por este crimen ambiental. Estas playas son un recurso natural de reconocimiento mundial. El desarrollo económico de este pueblo depende en gran medida de la actividad turística y el surfing”, concluyó el portavoz de Amigas y Amigos de Tres Palmas.