Como saludo al 8M, Marea Ecologista destaca a un grupo de seis mujeres que luchan a favor de la defensa de la naturaleza y sus ecosistemas desde las costas, montañas y ciudades del archipiélago de Puerto Rico.
Amigxs del M.A.R. (Movimiento Ambiental Revolucionario)
Es una organización ecológica política establecida hace 30 años, hoy liderada por un grupo de mujeres. Se enfoca en la acción ciudadana por la defensa de la naturaleza y los ecosistemas socioambientales de las islas de Puerto Rico, utilizando la filosofía del Manatiburón: “una combinación de estrategias pasivas de educación, eventos de concientización ambiental (limpiezas de playas, charlas educativas, talleres, entre otras) asociados a la pasividad del manatí, junto a estrategias activas y radicales que hagan cumplir las exigencias del país, asociadas al tiburón”, explican en su página web.
Vanessa Uriarte y Erimar Landrón, participaron de las luchas en el Campamento Playas Pa’l’ Pueblo en Isla Verde, Carolina, donde la organización fue parte del proceso de protección de la playa entre Pine Grove y el balneario, para detener el plan de privatización que el municipio había orquestado en la zona marítimo terrestre.
Vanessa, codirectora ejecutiva de la organización, es quién imagina, construye e impulsa los sueños del colectivo y mantiene una conversación crítica sobre las posturas políticas de la organización. Mientras, Rimar coordina los proyectos de la niñez y su vínculo con la naturaleza y colabora con la planificación de proyectos, el acompañamiento y aprendizaje de las comunidades.
Hace dos años, Gabriela coordinó la campaña Crisis en las Costas, matriz del Mapa de Costas de Puerto Rico, una herramienta digital para exponer denuncias ambientales en las costas, resultando en un mapa con más de 200 denuncias.
“Como parte de los resultados de la campaña Crisis en las Costas reconocimos que existe una necesidad de visibilizar y analizar la salud mental y emocional de les puertorriqueñes ante el cambio climático. Aquí entra Venecia Butler Pérez, como coordinadora de apoyo eco psicosocial. Nos mueve el amor y la solidaridad para con otres y la naturaleza. Creemos que podemos juntas, ingeniar nuevas formas donde podamos vivir en armonía con todas las vidas que habitan este planeta”, comenta Gabriela.
¿Cómo sus proyectos relacionan el feminismo con la conservación de la naturaleza?
Nuestra mirada parte de entender que la protección y el cuidado de la naturaleza no puede ser sólo políticas de conservación y manejo, o de cómo controlar, sino que deben partir de que nosotres somos parte de la naturaleza y que su cuidado y adaptación debe ser colectivo e integral de un “todo”.
Nuestros proyectos parten desde una perspectiva ecofeminista y la filosofía política de la organización se plantea desde el feminismo, esto lo expresamos en nuestra Manifiesta Insurrecta. Desde hace unos años Amigxs del M.A.R. ha resonado con los feminismos comunitarios y desde ese momento nos posicionamos comprometides con las luchas contra el patriarcado, el racismo y la explotación en todas sus formas, incluyendo la ecológica.
Nosotres reconocemos que la lucha en contra de los sistemas de opresión debe mirarse desde una cosmovisión más integral que tenga en cuenta nuestra relación con la naturaleza. Es por esto, que cada proyecto o campaña de la organización debe ir atado a la Manifiesta y un objetivo de corromper los sistemas de opresión que nos atraviesan. Puede ser que en la manera de implementar el proyecto no siempre estén implícitamente asociados al feminismo, pero la finalidad de estos sí tiene dichos lazos.
¿Cómo visualizan los retos de las mujeres en el activismo ecologista en Puerto Rico?
Esta es una conversación que se ignora o se evita, ya que el no hablarlo hace que se mantengan las distintas opresiones. El primero sería las políticas de castigo del Estado y lo difícil que es accionar en un momento que todes estamos en constante urgencia y sobrevivencia. Otro reto es que a Puerto Rico le agrada la idea del “héroe salvador”, de un hombre que venga a salvar a la naturaleza y a las personas. Es la respuesta de un país patriarcal, enfermo y violento, y aunque no nos sorprende es complejo atravesarlo pues el trabajo que hacemos muchas activistas es ignorado o subvalorado.
¿Cuáles creen que son los asuntos más apremiantes del tema ecologista en Puerto Rico?
Existen varios problemas como el acercamiento entero a pensar la relación con la naturaleza como la falta de políticas públicas que tengan en cuenta la crisis climática de manera integral. Entendemos que no se puede observar ni crear políticas públicas sin tener en cuenta que la naturaleza es un ente constante y la experiencia humana no se separa de la misma. La lucha por la justicia climática debe ir de la mano de una educación ambiental, emocional y feminista.
También, nos parece crítico y esencial una ley de costas y una moratoria de construcción para proteger nuestras costas teniendo en cuenta la vulnerabilidad de las personas, la flora y la fauna que habitan estos ecosistemas.
Centro Paz Para Ti (CPPT)
Este proyecto de la Coordinadora Paz para las Mujeres está ubicado en la antigua escuela Juan Garrastegui, en el barrio Yahuecas, Adjuntas, y brinda servicios educativos para el desarrollo integral de las mujeres de la región central oeste, en los municipios que cuentan con una tasa mayor de pobreza.
Alana Feldman Soler, especialista en coordinación del proyecto, cree que los desafíos de las mujeres en el activismo ecologista en Puerto Rico son interseccionales, en los que los retos ambientales de las comunidades complican las tareas y expectativas sociales que se tiene de las mujeres activistas.
“Las personas somos un ser más en un ecosistema natural. En el área rural, esta realidad se magnifica porque existimos-vivimos, trabajamos, socializamos- insertadas en un espacio de menor densidad poblacional y mayor densidad vegetal. En la ruralía, nuestra existencia depende directamente de los recursos naturales que nos rodean: nos suplimos del agua de los manantiales, comemos de lo que provee la tierra, creamos con la materia prima que nos brindan los bosques”, explica Alana.
Los proyectos que se desarrollan desde el Centro Paz Para Ti, buscan integrar la relación simbiótica de las mujeres con el paisaje que las rodea. La mayor parte de las mujeres de su comunidad tienen riesgos y vulnerabilidades exacerbadas por la pobreza, la violencia y la falta de tiempo para el autocuidado.
En el Centro ubica un huerto comunitario manejado con prácticas agroecológicas y para las mujeres de la comunidad, que sirve como una fuente de alimentación, desarrollo económico, salud y terapia.
A su vez, ofrecen talleres diversos con colaboradores enfocados en la agroecología y siembra. El CPPT es un espacio de diálogo y de aprendizaje, donde la sabiduría intergeneracional se comparte junto a los productos y actividades que elaboran en conjunto.
Alana enfatiza que el asunto ecologista más apremiante en Puerto Rico es la falta de respeto a la conservación y protección del paisaje.
“A pesar de leyes estrictas, tenemos un modelo opaco que es incumplido con impunidad, especialmente por personas con poder. Pero también tenemos un sistema que dificulta que las personas decidan asumir la responsabilidad de denunciar el incumplimiento. La visión del desarrollo económico como sinónimo de construcción desmedida y ganancia interminable son ambos, irreales e insostenibles”, reflexiona.
Feldman Soler admira a líderesas comunitarias, como Carmen Villanueva y Modesta Irizarry, que día a día asumen el bienestar de sus comunidades con valentía y sin remuneración. Pero también a otras que han asumido la tarea de hacer del trabajo comunitario su vocación, como Zinnia Alejandro y Zaida Torres.
CRES
La Coalición Restauración Ecosistemas Santurcinos (CRES), es una organización de base comunitaria creada en el 2014 por Yvette Núñez junto a su compañero Juan David Murcia Eslava, cuya visión es regenerar los ecosistemas marinos y costeros urbanos del barrio de Santurce.
Desde entonces, Yvette se ha dedicado a concienciar sobre la protección de la costa urbana más poblada de Puerto Rico, uniendo voces de residentes y grupos comunitarios, para que agencias estatales y federales actúen a favor de mitigar los impactos humanos al arrecife metropolitano.
CRES ha sembrado unos 10,000 árboles junto las comunidades de la Península de Cantera, Playita, Residencial Luis Llorens Torres, Punta las Marías, Caño Martín Peña, Isla Verde, Ocean Park, Condado, entre otras.
“Como fundadora y directora he apostado a propiciar armonía entre los seres humanos y su entorno natural, respetando siempre el valor de cada vida. Soy madre y como mujeres tenemos la bendición de generar vida, así como la gran Madre Naturaleza. De ella es quien aprendo y a quien emulo, si tengo dudas de cómo accionar, la observo. Viviendo en la ciudad he observado la necesidad de renaturalizar nuestros entornos, lo que a su vez nos genera una vida plena. Todxs tenemos derecho a proteger a nuestra madre, por eso conservo la naturaleza”, explica Yvette.
“La sensibilidad y la empatía que nos caracteriza como mujeres deben ser nuestras herramientas para conectarnos con nuestra función de conservar como activistas y poder enfrentar cualquier reto. Siempre que se acciona desde el amor. Me inspiran las mujeres que siembran, todas esas mujeres que he visto y conocido que defienden la vida de un árbol, de un animal, de un ser vivo. Nuestros barrios están llenos de mujeres activistas que viven su función de conservar la naturaleza”, finaliza.