Durante generaciones, la imagen que creamos del mundo está distorsionada. En los salones de clase, en los libros de texto y en los mapamundis que cuelgan de las paredes, África parece un continente de tamaño similar a Groenlandia y más pequeño que Rusia o América del Norte. Esta representación, sin embargo, es una ilusión óptica histórica, un legado de la cartografía colonial que la iniciativa “Correct the Map” (Corrige el Mapa) quiere erradicar para siempre.
El proyecto, accesible a través del portal correctthemap.org, no se limita a una simple corrección geográfica. Lo plantea como un acto de memoria restaurativa, un paso crucial para desmontar los prejuicios incrustados en nuestra visión global y para reconocer la verdadera escala e importancia del continente africano.
El origen del problema: la proyección de Mercator
La raíz de la distorsión se remonta a 1569, cuando el cartógrafo de Flandes (una región que hoy está en partes de Bélgica, Francia y los Países Bajos) Gerardus Mercator creó una proyección para representar la esfera terrestre en un plano. Su método, que era excelente para la navegación marítima de su época, sacrifica la precisión del tamaño de las masas de tierra en favor de la exactitud de las formas y los ángulos.
Este sistema infla progresivamente las áreas cuanto más se acercan a los polos. Así es como Groenlandia (2.1 millones de km2) aparece en los mapas con un tamaño similar al de África (30.3 millones de km²), cuando en realidad el continente africano es 14 veces más grande. Estados Unidos, China e India juntos caben casi en su totalidad dentro de las fronteras africanas.
Más que un error geográfico: un asunto ecológico y de justicia global
¿Por qué debería importarle esto a la comunidad ecologista? Aquí compartimos tres razones.
1. Percepción de los recursos y la biodiversidad: un África empequeñecida en el mapa mental global hace que subestimemos la vastedad de sus ecosistemas críticos: la selva del Congo (el segundo pulmón más grande del planeta), la sabana africana y sus grandes reservas de agua dulce, por mencionar dos ejemplos de múltiples. Minimizar su tamaño visual es, inconscientemente, minimizar la urgencia de su conservación.
2. Distribución de la emisión de CO 2: la distorsión refuerza una narrativa peligrosa. Las naciones del norte global, que aparecen de manera artificialmente más grandes, son las mayores responsables de las emisiones de carbono en la historia. Mientras, África, el continente que más sufre los efectos de la crisis climática a pesar de haber contribuido menos a ella, aparece reducido. Corregir el mapa es visualizar una realidad geopolítica y ecológica más justa.
3. Decolonizar la mirada: la proyección de Mercator, popularizada en la era colonial, centraba Europa como el ombligo del mundo y engrandece simbólicamente el poder de las potencias imperiales que conquistaron y que aún intervienen en África. “Correct the Map” es parte de un movimiento más amplio para decolonizar nuestro conocimiento y adoptar una perspectiva global más equitativa y veraz, donde el Sur Global ocupe el espacio que le corresponde.
Llamado a la acción: ¿cómo puedes apoyar?
La misión de “Correct the Map” es ambiciosa: conseguir que las proyecciones cartográficas equitativas, como la de Peters o la Winkel-Tripel (utilizada por National Geographic o las Organizción de las Naciones Unidas, por ejemplo), sean el estándar en la educación, los medios y la política a nivel mundial.
Desde Marea Ecologista, hacemos un llamado a nuestra comunidad de personas seguidoras y lectoras para respaldar esta iniciativa con tres pasos sencillos:
1. Firma la petición: visita correctthemap.org y firma su petición global. Cada nombre cuenta para presionar a instituciones educativas y gobiernos.
2. Difunde y educa: comparte el mapa correcto (incluido en esta noticia), el portal web de la iniciativa o este artículo en tus redes sociales. Usa el hashtag #CorrectTheMap. Habla del tema en tus círculos de amistades, familiares y colegas. Romper este sesgo visual comienza con la concienciación colectiva.
3. Exige un cambio tu ámbito local: si eres docente, estudiante o tienes influencia en alguna institución, propón la actualización de los mapas en los salones de clase, libros y materiales públicos. Los pequeños cambios siempre tienen un impacto global.
Marea Ecologista ya se unió a esta iniciativa, registrándose como medio aliado y difundiendo esta información.
Corregir el mapa es más que un ejercicio cartográfico; es un acto de justicia. Es devolverle a África su lugar legítimo en el planeta y, al hacerlo, adoptar una visión del mundo más honesta, respetuosa y preparada para los desafíos ecológicos que compartimos como humanidad. La verdadera forma del mundo depende del cristal con que se mira. Es hora de elegir un prisma que no perpetúe la mirada colonial, ni distorsione la realidad.