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Alejandro Torres Abreu | Investigador asociado ITIAS | Departamento de Ciencias Sociales

Universidad de Puerto Rico, en Humacao

(Guánica)- Durante un fin de semana intenso y enriquecedor, se llevó a cabo la segunda edición de la “Escuela de Etnografía, Comunidad y Ambiente”, una iniciativa colaborativa entre el Programa Natural Resources Career Track (NRCT) de la UPR en Río Piedras y el Instituto Transdisciplinario de Investigación-Acción Social del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad de Puerto Rico en Humacao (ITIAS); coordinada por los investigadores Alejandro Torres Abreu e Ivelisse Rivera Bonilla de ITIAS y Denisse Roca Servat del Instituto de Estudios Regionales (INER) de la Universidad de Antioquia en Medellín, Colombia.

Esta experiencia transdisciplinaria e intensiva reunió a investigadores, profesores y estudiantes de distintas universidades para explorar temas cruciales en el estudio de las cuestiones ambientales desde una perspectiva etnográfica crítica. La misma se celebró los días 17-19 de mayo de 2024 en el Parador Guánica 1929 y en el Bosque Seco de Guánica.

Una de las fortalezas de la Escuela de Etnografía, Comunidad y Ambiente 2024 es que permite un cruce de disciplinas y conocimientos centrado en la importancia de la etnografía para estudiar de manera crítica los asuntos ambientales. Durante todo el fin de semana los estudiantes tuvieron la oportunidad de conocer más del trabajo de un grupo de investigadores y antropólogos ambientales de peso que han realizado trabajo de campo e investigación etnográfica ambiental en distintas partes del mundo.

Su trabajo y publicaciones hablan, sin duda, de una escuela de pensamiento importante para el estudio de los asuntos ambientales críticos en Puerto Rico y más allá. Interesantemente, los estudiantes subgraduados y graduados que participaron de la experiencia provienen del campo de las ciencias naturales y la propuesta aspira a enriquecer la manera en que se abordan los asuntos ambientales desde este campo.

El evento se centró en varias preguntas fundamentales: ¿Qué es la etnografía? ¿Cuáles son algunas de las técnicas de investigación básicas utilizadas en la etnografía ambiental? ¿Desde dónde hacemos etnografía? y ¿Por qué es relevante la etnografía en el análisis crítico de los problemas ambientales? Interrogantes que permitieron propiciar un diálogo e  intercambio de saberes para seguir profundizando en diversos asuntos ambientales durante todo el fin de semana.

El primer día comenzó con charlas-talleres de los profesores Christopher Loperena de la Universidad de la Ciudad de Nueva York y Alejandro Torres Abreu de la Universidad de Puerto Rico Humacao. Loperena presentó su más reciente libro: The ends of paradise: race, extraction and the struggle for black life in Honduras, una etnografía fascinante de los procesos en defensa del territorio de las comunidades garífunas.

La presentación  permitió intercambiar saberes sobre la etnografía comprometida o militante, la tenencia colectiva de la tierra, la dinámica depredadora del turismo convencional y la relación entre activismo, afrodescendencia y luchas ambientales. A mitad de jornada Alejandro Torres Abreu compartió un trabajo etnográfico en curso para situar al grupo y comenzar a interrogar el territorio de Guánica.

Nos adentramos a algunos procesos de transformación del paisaje de la Guánica Central, a las historias de vida de los pobladores de la Comunidad el Manier, los modos de subsistencia en periodos de proletarización del campesinado y todo el legado de contaminación, degradación ambiental y procesos paralelos de consolidación de fincas para la designación del bosque. La mañana fue una provocación para pensar en el territorio como elemento clave para entender y profundizar en las disputas y conflictos ambientales.

Una de las actividades destacadas en la tarde del primer día fue el uso de la técnica de educación popular conocida como ‘El Árbol de los problemas’. A partir de esta actividad, continuamos explorando el territorio del Bosque Seco de Guánica desde una perspectiva holística, integrando la etnografía, la cartografía participativa y las ciencias ambientales.

La actividad estuvo a cargo de la profesora Denisse Roca Servat, investigadora del Instituto de Estudios Regionales (INER) de la Universidad de Antioquia en Medellín e integrante del Grupo de Trabajo de Ecologías Políticas del Sur/Abya-Yala del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) y de Larissa González Nieves integrante del grupo de Ecología Política y Justicia Hídrica (GEEPJH).

Este diálogo continuo entre la investigación-acción participativa, la ecología política, la educación popular y la etnografía ambiental crítica y desde la praxis, fue el hilo conductor de toda la experiencia y la metodología principal para vincular al grupo de estudiantes a una experiencia de investigación-acción situada.

El segundo día estuvo marcado por charlas magistrales a cargo de los colegas y colaboradores Manuel Valdés-Pizzini del Centro Interdisciplinario de Estudios del Litoral en UPR-M y Samiri Hernández de  Florida A&M University en Tallahassee, ambos profesores muy reconocidos en el campo de la antropología en y fuera de Puerto Rico. La charla  de Valdés-Pizzini permitió situar y poner en perspectiva la evolución histórica del territorio de Guánica, evidenciar la importancia de la observación partícipe, las notas de campo, los diarios de campo y la investigación de archivos históricos como elemento fundamental para reconstruir una narrativa crítica sobre la evolución de lo que llamamos hoy Bosque Seco de Guánica y las dinámicas pesqueras-ambientales en el litoral. En la presentación –y a través de toda la experiencia– celebramos el legado del Maestro Valdéz-Pizzini y su contribución tan clave a esta escuela de pensamiento ambiental. 

La propuesta de Samiri Hernández de combinar el arte, el trabajo ambiental y la lucha comunitaria fue una provocación muy importante para los estudiantes. Generó la posibilidad de hacer un trabajo creativo que vincula las ciencias con el arte. El grupo de estudiantes se motivó con la posibilidad de hacer ciencia desde un espacio más íntimo y comprometido con la justicia social.

En el taller Hernández invitó a los estudiantes a la escritura creativa y luego  a una lectura en voz alta de las creaciones y al reconocimiento de las subjetividades en el proceso de investigación. 

La jornada concluyó con una una gira eco-territorial por algunas zonas costeras del Bosque Seco para discutir varios problemas ambientales. Visitamos lugares emblemáticos del Bosque Seco, tales como La Jungla, Comunidad de Guaypao  y Playa Tamarindo, donde dialogamos con líderes comunitarios y expertos ambientales sobre temas como la gestión de recursos naturales, la contaminación y los desafíos del cambio climático.

Estas actividades proporcionaron un espacio para intercambiar saberes y reflexiones sobre el papel crucial de la etnografía en la comprensión de los desafíos ambientales glocales.

Un momento significativo fue el diálogo con Miguel Canals, figura emblemática de las luchas ambientales, quien compartió reflexiones sobre los desafíos del manejo del Bosque Seco, la emergencia climática y diversos proyectos controvertidos en la zona. También tuvimos la oportunidad de escuchar a la comunidad desde la voz de Lourdes Feliciano; líder ambientalista y maestra de Guánica.

Sin duda, sus relatos y experiencias nos permitieron acceder a distintos asuntos de injusticia ambiental palpables en la historia ambiental de la región. El grupo de estudiantes aprovechó la salida de campo y encuentro comunitario para ‘ensayar’ algunas técnicas etnográficas tales como las entrevistas no estructuradas, la observación partícipe y las notas de campo.

El domingo 20 de mayo fue el día de cierre de la Escuela. La mañana comenzó con la presentación del libro más reciente de la antropóloga María L. Cruz Torres, profesora de Arizona State University: Pink gold women, shrimp and work in México; una etnografía de las mujeres camaroneras de Mazatlán. El trabajo de la antropóloga permitió expandir los horizontes del grupo en torno a las interconexiones entre la ecología política, el feminismo y la pesca en Sinaloa, México. Luego, Miguel del Pozo, profesor de la Universidad de Puerto Rico en Ponce disertó y provocó un diálogo para transitar por el mundo de las notas de campo, la antropología de la pesca y el conocimiento ecológico local para acercarnos de manera crítica al manejo de las pesquerías y al proceso de desarrollo de una narrativa etnográfica.

En la tarde comenzamos con José E. Martínez Reyes, de la Universidad de Massachusetts en Boston. Su Etnografía de la cultura material: circuito global de la caoba y la guitarra (publicación en prensa) permitió explorar la cadena de producción de la guitarra, el análisis de documentos históricos y sobre qué es y cómo embarcarse en una etnografía ambiental multisituada. 

Así llegamos a la reflexión y presentaciones de las y los estudiantes sobre la dinámica de interrogar el territorio de Guánica. Después de varias sesiones creativas, del recorrido eco-territorial, de compartir y de discutir diversos retos ambientales, los grupos presentaron reflexiones sobre los procesos de co-manejo en el litoral, la elitización de la costa, la cuestión del sargazo, las dinámicas depredadoras del turismo convencional y la relación entre la industrialización, la contaminación, la pesca y la salud pública. Las presentaciones estuvieron magníficas. ¡Felicitamos al grupo de NRCT de los recintos de Universidad de Puerto Rico en Río Piedras y Humacao y de la Universidad Interamericana de Bayamón por un trabajo de mucha calidad, por su entrega, entusiasmo y alegría contagiosa de investigar e imaginar un territorio diferente!

En resumen, la Escuela del 2024 fue un espacio de aprendizaje, reflexión y acción para investigar las dinámicas territoriales en un ambiente de solidaridad, camaradería y respeto. Esperamos con ansias la próxima edición de la Escuela en el 2025, donde seguiremos explorando y construyendo una comunidad de aprendizaje desde la etnografía ambiental crítica y con agenda emancipadora.

Venga nuestro más sincero agradecimiento y reconocimiento al grupo de investigadores y profesores que respaldó  el esfuerzo y provocó un intercambio sostenido sobre temas y asuntos ambientales imprescindibles en torno al territorio, la defensa de los bienes comunes y la justicia ambiental. Para visibilizar su trabajo quisiéramos nombrarles: Manuel Valdés Pizzini, Universidad de Puerto Rico en Mayagüez; María L. Cruz Torres, Arizona State University; Denisse Roca Servat, Universidad de Antioquia, Medellín; Ivelisse Rivera Bonilla, Universidad de Puerto Rico en Humacao; Samiri Hernández, Florida A&M University en Tallahassee; Miguel del Pozo, Universidad de Puerto Rico en Ponce; Christopher Loperena, Universidad de la Ciudad de Nueva York; Larissa González, Grupo de Estudio de Ecología Política y Justicia Hídrica; José Eduardo Martínez Reyes, Universidad de Massachusetts Boston; Alejandro Torres Abreu, Universidad de Puerto Rico en Humacao; Elvia Meléndez Ackerman, Universidad de Puerto Rico en Río Piedras; Jess Zimmerman, Universidad de Puerto Rico en Río Piedras.

¡Ya comenzamos a planificar la Escuela de etnografía, comunidad y ambiente del 2025!

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