(Nueva York) – La organización comunitaria Casa Pueblo de Adjuntas exigió ante el Comité de Descolonización de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que Estados Unidos viabilice la independencia energética de Puerto Rico como una medida de reparación colonial y ruta hacia la descolonización de la isla.
El director asociado de la entidad, Arturo Massol Deyá, afirmó que para ello es necesario transicionar de inmediato hacia fuentes de energía renovable, con el sol como opción primaria, y descentralizar el sistema para que esté en manos del país.
Al deponer en la audiencia efectuada en la sede de la ONU en Nueva York, Massol Deyá estableció que resulta insostenible para el país continuar esclavizado a los combustibles fósiles, que no solo son un modelo económicamente perjudicial para la población sino ecológicamente inviable.
“Hemos vivido ya transiciones energéticas injustas y antidemocráticas. Bajo el dominio español fue la esclavitud la base energética, bajo la bandera norteamericana nos esclavizaron a los fósiles. Si con España fue cruel y violenta contra el individuo, bajo los fósiles es cruel y violenta contra la Humanidad”, aseveró el doctor en Microbiología y profesor del Recinto de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico.
Para destacar la importancia de una transición energética justa y decolonial ahora, destacó el fracaso de la privatización del sistema eléctrico con continuos apagones que ponen en riesgo la salud y seguridad de las personas en el diario vivir y en periodos de emergencia, además de provocar pérdidas económicas que impiden el desarrollo pleno de las actividades productivas del país.
A modo de contraste, Massol Deyá explicó los logros de la insurrección energética que ha liderado Casa Pueblo después del azote del huracán María, y que ha cambiado el paisaje energético de Adjuntas con energías comunitarias utilizando el sol desde los techos de residencias y estructuras existentes.
“Desde Casa Pueblo impulsamos la protección de la naturaleza y energías comunitarias para democratizar este renglón y autodeterminarnos. Operamos con independencia solar desde 1999 y tras el huracán María en 2017 hemos avanzado construyendo libertad energética para sobre 200 residencias, colmados, hogares de adultos mayores, la estación de bomberos, la radio solar (Radio Casa Pueblo 1020), el cine solar, la escuela, barbería, restaurantes, así como microrredes que transforman el paisaje energético como referente de lo que podríamos hacer en el país y en cooperación con el Caribe”, sostuvo Massol Deyá.
Por lo tanto, insistir en la gasificación y la prolongación del uso de fuentes fósiles como medida transitoria, como pretenden las privatizadoras locales con el aval de los gobiernos puertorriqueño y federal, supone retrasar innecesariamente la urgente transformación energética.
El camino a seguir, estipuló Massol Deyá, es impulsar las energías comunitarias con fuentes limpias y renovables sin comprometer los bosques ni las tierras agrícolas críticas para la seguridad hídrica y alimentaria.
A tales efectos, Massol Deyá requirió “entender que Puerto Rico cuenta con suficiente superficie en techos de estructuras existentes para instalar toda la infraestructura solar, y aún sobraría espacio, por lo que debemos impedir que se usen las tierras agrícolas para colocar paneles solares, porque esto representaría otra forma de desplazamiento y destrucción de terrenos necesarios para la seguridad alimentaria”.
Sobre el particular, Massol Deyá agregó que la millonaria inversión del gobierno estadounidense para completar instalaciones solares en Puerto Rico no debe perpetuar el modelo colonial dependiente, en este caso, de empresas bajo su bandera.
“Que las asignaciones federales no sean para inducir a más endeudamiento y donde terminemos pagando por el sol a empresas de Texas o California, esa ruta es colonial”, demandó.
El Comité de Descolonización de la ONU está integrado por 29 países: Antigua y Barbuda, Bolivia, Chile, China, Congo, Costa de Marfil, Cuba, Dominica, Ecuador, Etiopía, Fiji, Granada, India, Indonesia, Irán, Iraq, Malí, Nicaragua, Papúa Nueva Guinea, Federación de Rusia, San Cristóbal y Nevis, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Sierra Leona, Siria, Timor Oriental, Túnez, Tanzania y Venezuela.
La audiencia anual sobre Puerto Rico sirve para denunciar el estatus territorial y colonial del Estado Libre Asociado respecto a Estados Unidos. En 1982 la cofundadora de Casa Pueblo, Faustina ‘Tinti’ Deyá, denunció el Plan 2020 y la amenaza de una minería cielo abierto. En 1988 y 1990, Alexis Massol haría igual para insistir en la defensa territorial de Puerto Rico.