Una antigua especie de esponja que se encuentra en las profundidades marinas alrededor de Puerto Rico grabó en su esqueleto las temperaturas del océano por los pasados 300 años, lo que permitió a personas científicas dedicadas a su estudio seguirle el rastro a las temperaturas pasadas y futuras, concluyendo que el Planeta ya está 1.7C más caliente que durante la era preindustrial.
Los seis especímenes de la esponja Ceratoporella nicholsoni –que pueden encontrarse de 100 a 300 pies de profundidad- fueron recolectados en aguas de Puerto Rico (Canal de la Mona, Bajo de Sico, y al suroeste de La Parguera, Lajas) y la isla de Santa Cruz por personas investigadoras del Laboratorio de Ciencias Marinas de la Universidad de Puerto Rico, recinto de Mayagüez (Clark E. Sherman); la Universidad de Indiana (Amos Winter) y dos investigadores de la Universidad del Oeste de Australia (Julie A. Trotter y Malcolm T. McCulloch), quienes dirigieron la pesquisa.
La investigación 300 años de termometría de escleroesponjas muestran que el calentamiento global ha superado los 1.5 °C publicada el pasado lunes 5 de febrero por en la revista científica Nature Climate Change, también predice que la temperatura media global de la superficie podría estar 2C más caliente para finales del año 2030, casi dos décadas antes de lo esperado.
“Las emisiones antropogénicas provocan calentamiento global, pero el aumento de la temperatura respecto a los niveles preindustriales es incierto. Utilizando 300 años de temperatura de la capa mixta del océano conservados en los esqueletos de carbono cálcico de las escleroesponjas, demostramos que el calentamiento de la era industrial comenzó a mediados de la década de 1860, 80 años antes que los registros superficiales del mar”, concluye el estudio de la autoría de Malcolm T. McCulloch, Amos Winter Clark E. Sherman y Julie A. Trotter.
“El aumento de las temperaturas oceánicas y terrestres se solapan hasta finales del siglo XX, cuando la tierra comenzó a calentarse a un ritmo casi dos veces superior al de los océanos superficiales. Las temperaturas terrestres más elevadas, junto con el inicio más temprano del calentamiento de la era industrial, indican que el calentamiento global ya era 1.7 ± 0.1 °C superior a los niveles preindustriales en 2020. Nuestro resultado es 0,5 °C superior a las estimaciones del IPCC (Intergovernmental Panel on Climate Change)”, añade el estudio.
Aunque la comunidad científica aún toma con cautela esta nueva revelación, hay que recordar que el Acuerdo de París (2015) fijó como objetivo limitar el calentamiento global debajo de 2C grados, con un máximo preferible de 1,5C, comparado con los niveles de la era preindustrial, como medida providencial para evitar consecuencias mayores.
Y si bien es cierto que ha sido difícil establecer con precisión cómo eran las temperaturas durante la era preindustrial, las personas investigadoras que publican estas nuevas revelaciones afirman que han dado con las respuestas a las preguntas que se hacia la humanidad, tras estudiar los seis ejemplares de los esqueletos de carbonato cálcico de las Ceratoporella nicholsoni.
Estas escleroesponjas funcionan como un archivo natural que registra las temperaturas del océano debido a los cambios químicos que ocurren en su esqueleto de carbonato cálcico.
Amos Winter, otro de los autores del estudio, señaló a EFE Verde que “los cambios de las temperaturas en Puerto Rico ‘replican los globales, por lo que es, probablemente, una de las mejores zonas’ para intentar calcular la fuente dominante de la variabilidad plurianual de la temperatura y hay muy poca influencia directa de otros modos de variabilidad interna”
“El reloj del calentamiento global para la reducción de emisiones con el fin de minimizar el riesgo de un cambio climático peligroso se ha adelantado al menos una década”, enfatizó por su parte McCulloch en su entrevista con la agencia de prensa española.