(Carolina)- Antes de marcharse a LUMA para trabajar como representante senior de permisos de la empresa, el exsubsecretario de permisos y endosos del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), ingeniero Luis Sierra, dejó un rastro de permisos disparatados para el uso de la zona marítimo terrestre en Isla Verde que permitiría el regreso de las motoras acuáticas a la zona del balneario, en el entorno de la reserva marina donde anidan tortugas en peligro de extinción como el tinglar.
Mediante confidencias de sus fuentes, Marea Ecologista sabía desde diciembre que el ingeniero Sierra había renunciado como subsecretario de permisos y endosos del DRNA para marcharse a LUMA, donde hoy labora como representante senior.
Una revisión del perfil del subsecretario en la red social LinkedIn, confirma que el ingeniero Sierra trabaja para la empresa privatizadora del sistema de distribución de la energía eléctrica de Puerto Rico.
El exsubsecretario se suma a una lista de exactivistas, militantes y exfuncionarios del PNP y el PPD que han pasado a las filas de LUMA, siendo el caso del ingeniero el de más alto perfil y siendo él la persona que tiene más información sobre los permisos gestionados o por gestionarse ante el DRNA.
Captura de pantalla del Ingeniero Sierra en la red social LinkedIn.
Sierra es ingeniero químico de profesión y tuvo una larga trayectoria en la Junta de Calidad Ambiental. Alberto Mercado, biólogo, y quien ha fungido como asesor del DRNA, es el nuevo subsecretario de la agencia dirigida por la secretaria Anaïs Rodríguez.
El subsecretario también formaba parte de la trama en torno a la cantera ilegal que la empresa Caribbean Island Construction estableció en la zona protegida del karso, en lugar de dragar el embalse del Superacueducto, ubicado en el barrio Domingo Ruiz, en Arecibo, en la que protagonizó una inusual intervención al escribirle directamente al contratista Carlos Rodríguez Camacho, presidente de CIC, en respuesta a una misiva que éste le cursó.
De otra parte, la información de los permisos está incluida en la documentación oficial del DRNA que Marea Ecologista obtuvo mediante sus fuentes, así como por vía de un requerimiento oficial de información que el Senado de Puerto Rico le hizo a la agencia durante el mes de noviembre del pasado año.
Espacio a concesionario de motoras acuáticas en Reserva Marina
En el caso de las motoras acuáticas, el exsubsecretario Sierra aprobó una autorización para el uso de zona marítimo terrestre el pasado 2 de noviembre de 2022 con duración de un año, para el uso de 100 pies cuadrados a Kenneth Guadalupe/ KND Chiliboats a un costado del edificio Pine Grove, frente a una de las tres dunas restauradas por la comunidad, como indica el punto de geolocalización en el mapa que acompaña el permiso (coordenadas: 18°26’38.74″, W 66°0’44.80″).
Lugar de ubicación de la concesión, según el permiso del DRNA.
“El Tenedor de la Autorización utilizará un área total de 100 pies cuadrados en los terrenos propiedad del Pueblo de Puerto Rico y bajo la jurisdicción del Departamento”, se puede leer en el permiso, que autorizaría a la empresa KND Chiliboats a reunir a sus clientes en el área de las dunas restauradas de la Reserva Marina de la Isla Verde, para llevarlos caminando hasta el lugar donde estarían ancladas cuatro motoras acuáticas (Jet Sky) Yamaha y bicicletas acuáticas, justo en la colindancia donde termina la Reserva y comienza el Balneario de Carolina.
La autorización establece que las motoras y bicicletas acuáticas saldrían por un canal de navegación que no existe hoy día y cuyas coordenadas no están ni siquiera estipuladas en el permiso, cuya redacción es una jeringonza que no determina nada en específico.
“Partiendo del canal de navegación cerca de una franja de arena de la Playa del Balneario de Carolina (no se suministraron coordenadas), dentro de los límites de los terrenos de dominio público marítimo terrestre del Municipio Autónomo de Carolina, y navegando hacia el norte, lejos del área designada para bañistas, hasta arribar a un punto en el mar (no se suministraron coordenadas), para alterar su dirección al este y llegar a otro punto en el mar (no se suministraron coordenadas) de donde inicia el viaje de retorno en sentido contrario al rumbo de ida para completar el circuito de la ruta regresando al punto de partida”, dice el permiso.
Asimismo, la autorización le permitiría a KND Chiliboats durante las horas de operación a realizar promociones, almacenar equipo y realizar transacciones comerciales en terrenos de la Reserva Marina de la Isla Verde, la primera y única reserva marina urbana comanejada entre el DRNA y la organización comunitaria Arrecifes Pro-Ciudad.
A pesar de que el acuerdo de comanejo entre Arrecifes Pro-Ciudad y el DRNA estipula que la agencia consultará con el grupo comunitario para cualquier asunto de manejo de la Reserva Marina de la Isla Verde, el permiso emitido tiene múltiples errores sobre las personas y organizaciones a contactar, sus teléfonos y correos electrónicos.
“Nosotros no nos hemos reunido con la oficina de permisos y concesiones. No hemos recibido contestación sobre esto y volveremos a escribirle a las personas encargadas” dijo Paco López Mújica, presidente de Arrecifes Pro-Ciudad.
La autorización de uso de 100 pies cuadrados tendría un costo $650.00 por los “derechos y privilegios aquí concedidos”, estipula el documento. Sin embargo, llama la atención que para el almacenamiento de equipo de motoras y bicicletas acuáticas como el descrito en el permiso se necesitaría un espacio 10 veces mayor, por lo que el costo de los privilegios, de otorgarse la autorización, sería de $6,500.
Cinco nidos de tinglares el sector este de la playa durante el 2022
Es importante recalcar que la autorización de este tipo de concesión comercial de motoras acuáticas va a contracorriente de las más recientes recomendaciones del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos (USFWS por sus siglas en inglés), sobre el manejo de las playas en las que anidan especies en peligro de extinción, como lo es el caso del tinglar, cuya mayoría de anidamientos son en el lado este de la playa de Isla Verde, ya que precisamente el fuerte oleaje ayuda a las grandes tortugas a alcanzar la orilla, donde hay mucha arena no compactada, ideal para construir sus nidos.
“No se utilizarán, estacionarán ni almacenarán vehículos, equipos, andamios ni escombros en la duna primaria ni en las zonas con vegetación. En la medida de lo posible, las zonas de estacionamiento/almacenamiento se situarán en superficies pavimentadas y fuera de las zonas con vegetación o de la duna primaria”, lee el documento del USFWS titulado Medidas de Conservación de las Tortugas Marinas, revisado en junio del 2022.
El documento de manejo de las especies de tortugas marinas en peligro de extinción del USFWS para Puerto Rico e Islas Vírgenes indica que “el desarrollo costero sin medidas integrales de conservación de las tortugas marinas puede provocar la degradación y destrucción del hábitat, con los consiguientes impactos adversos para las tortugas marinas y su hábitat de anidamiento. Algunas de las actividades que pueden afectar a estas especies y a su hábitat son: la destrucción de la vegetación costera autóctona, la instalación de barreras o estructuras permanentes en su hábitat”.
El sector este de la playa de Isla Verde, bajo la jurisdicción del Balneario del Municipio Autónomo de Carolina, es el lugar donde se localizaron cinco nidos de tinglar durante la pasada temporada del año 2022, según el censo que mantienen los grupos tortugueros en Puerto Rico, y donde históricamente anidan más tortugas en peligro de extinción.
El Papelón de Casa Cuba
En nuestra próxima entrega analizamos el permiso que el subsecretario del DRNA le otorgó el Circulo Cubano (Casa Cuba) para la remoción de arena de los desagües del club privado, que culminó en un confuso incidente, el 27 de octubre del 2022, en el que se extrajo y depositó -luego se devolvió a la playa- arena de la Reserva Marina de la Isla Verde en propiedad privada, para supuestamente construir canchas artificiales de voleibol y tenis playero.