Por Vanessa Colón Almenas | Centro de Periodismo Investigativo
“Lanzamos esta semana la iniciativa más importante para atender la causa principal de las interrupciones de servicio en la historia de Puerto Rico”. Así anunció en junio de este año la empresa privatizadora de la distribución de energía, LUMA Energy, el comienzo de la iniciativa para talar árboles y malezas, y así aumentar la seguridad y la confiabilidad del servicio. “Esta iniciativa financiada por FEMA es una parte importante de esta labor”, añadió Juan Saca, el presidente de LUMA, al referirse a los fondos de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias.
Pero sólo un 1.4% de ese dinero está disponible al momento, confirmó el Centro de Periodismo Investigativo (CPI). Saca omitió decir que lo que inició en junio fue solo uno de los 31 proyectos que conlleva la tarea. Tampoco especificó que la aprobación de ese primer proyecto, que será en San Juan, se retrasó por falta de información requerida por FEMA.
“El proyecto original [de San Juan] se presentó en junio de 2023, pero se requirió información adicional al solicitante para poder tramitarlo. La información completa para este proyecto se recibió en marzo de 2024”, dijo FEMA al CPI en declaraciones escritas. El 4 de junio de este año, FEMA aprobó $16,336,005 para el proyecto, que impactará la vegetación en las líneas de distribución en la región de San Juan.
Para la aprobación de un proyecto, el coordinador federal alterno de FEMA para la Recuperación tras el huracán María, Andrés García Martinó, señaló que lo que busca la agencia es que se le diga “el qué, el dónde y el cómo”.
“Estaba en una reunión en Nueva York en marzo [de 2024] y ahí hicimos una reunión que yo convoqué con personal de LUMA y de COR3 porque había una información que no se nos había provisto que necesitábamos para poder evaluar y echarlo para adelante”, dijo García Martinó, quien añadió que LUMA sometió los datos solicitados 48 horas después de la reunión.
“El proyecto vegetativo no es solamente remover vegetación bajo las líneas, sino que en muchos casos ellos tienen que describirnos por dónde ellos van a acceder a esas líneas y si van a abrir camino, campo traviesa, tienen que decirnos por dónde van a abrir porque eso también implica impacto de remoción de corteza terrestre y potencial impacto a la vegetación, a la flora y fauna”, añadió.
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