(Universidad de Cantabria, Santander, España) – Algunos ecosistemas costeros, como arrecifes de coral y manglares, actúan como barreras naturales contra las olas y las mareas de tempestad, reduciendo los daños causados por las inundaciones a personas y bienes. En muchos lugares, sin embargo, la degradación de arrecifes y humedales costeros ha reducido su capacidad natural para proteger las costas de las inundaciones y la erosión.
Para restaurar el estado crítico de estos ecosistemas existen estrategias eficaces, pero la financiación necesaria para hacerlo resulta, en muchas ocasiones, difícil de encontrar, ya que resulta escasa y se ve afectada por el gasto para la recuperación de peligros naturales y desastres.
Explicado en cifras: el gasto mundial en recuperación de desastres es más de 100 veces mayor que el gasto en conservación, y el gasto necesario en biodiversidad es de 100,000 millones de dólares anuales, pero la comunidad internacional solo gasta entre 4,000 y 10,000 millones al año en conservación y gestión.
Bajo este marco, el estudio realizado aporta valoraciones rigurosas ―utilizando métodos del sector de los seguros y el análisis de riesgos― de estas defensas naturales y demuestra que pueden ofrecer una rentabilidad positiva de la inversión, ya que demuestra que los beneficios derivados de reducir los daños por inundación, superan los costes de restauración.
Existen muchos lugares en el Caribe en los que la restauración del hábitat para la reducción del riesgo podría ser rentable, lo que abre importantes oportunidades para pagar su necesaria restauración.
En este sentido, los resultados del estudio señalan nuevas vías de oportunidad para apoyar los esfuerzos de restauración de hábitats naturales a través de entidades que ya apoyan con su financiación la reducción y riesgos, la adaptación al clima y la recuperación de desastres.
En la actualidad, estas fuentes de financiación que tradicionalmente han apoyado la “infraestructura gris” o artificial, pueden reorientarse hacia soluciones basadas en la naturaleza invirtiendo en “defensas naturales” restauradas que proporcionan múltiples beneficios más allá de la protección costera.
Esta inversión proporcionaría en algunos puntos del Caribe un beneficio de hasta 100,000 dólares por hectárea considerando la reducción de los daños frente a las inundaciones costeras.
Saúl Torres-Ortega e Iñigo J. Losada, investigadores del Instituto de Hidráulica Ambiental de la Universidad de Cantabria (IHCantabria) y profesores de UC, ―junto a otros investigadores― son los autores del artículo Return on investment for mangrove and reef flood protection, publicado en la revista internacional Ecosystem Services.
Entre los coautores de la investigación están Michael W. Beck como autor principal, y Nadine Heck, Siddharth Narayan, Pelayo Menéndez, Borja G. Reguero y Stephan Bitterwolf de la Universidad de Santa Cruz (Estados Unidos); Glenn-Marie Lange del Banco Mundial; Kerstin Pfliegner de ERM (Alemania); y Valerie Pietsch McNulty de Nature Conservancy.
Este trabajo ha sido financiado en parte por la Fundación Kingfisher, el Banco Mundial, AXA XL, AXA, Research Fund, Nature Conservancy y el Ministerio Federal de Medio Ambiente, Conservación de la Naturaleza y Seguridad Nuclear de Alemania.
Lee el artículo en el portal del Instituto de Hidráulica Ambiental de la Universidad de Cantabria