(Camuy)- Si llegara a celebrarse la carrera de obstáculos a campo traviesa Titan’s Race en la Reserva Natural Finca Nolla, cuyo permiso fue denegado la semana pasada por el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), quedarían impactadas unas 2 millas de dunas y vegetación costera debido a la colocación de 19 barreras y cinco oasis, en un evento en el que se espera la participación de más de 1,000 personas, según la solicitud de permiso que sometieron los organizadores y el municipio de Camuy y de la cual Marea Ecologista obtuvo una copia.
De acuerdo al mapa y croquis de ubicación de la actividad -incluidos en la solicitud de permiso- la ruta de la carrera discurriría por casi la totalidad de la parte norte de la Reserva Natural, desde la colindancia con el Gran Parque del Norte, en Hatillo, hasta la playa frente al Peñón Brusi, utilizando una buena parte de los caminos que se usan para la recreación y el estudio de la ecología de la Reserva.
“En este evento se estará realizando una carrera de 5km con alrededor de 15 a 25 obstáculos naturales y de tipo militar. La intención de dicho evento es promover la vida saludable, el espíritu de superación y la integración comunitaria de los participantes”, dice la carta de endoso al evento, enviada por el municipio de Camuy y firmada por su alcalde Gabriel Hernández Rodríguez.
Los “15 a 25 obstáculos naturales y de tipo militar” incluyen alambres de púas, casetas de madera, anillas de gimnasia, barras paralelas (monkey bars), paneles de madera cuadrados, verticales y diagonales para escalar, paneles de gomas de carros, charcas de fango, charcas con hielo, entre otros, en espacios limitados, según indican los organizadores del evento en el memorial explicativo del permiso radicado.
“Queremos destacar que, dentro de los caminos oficiales, se ubicarán obstáculos pequeños debido al espacio limitado. La ruta seguirá por la costa, donde se ubicarán los obstáculos más grandes”, puede leerse en el memorial explicativo firmado por Eliezer Vales Canals, director de recreación y deportes del municipio de Camuy, y que incluye ilustraciones de los obstáculos que serían instalados en la costa, como casetas de madera, barras paralelas, charcas de fango, o paneles de gomas de carros, entre otros.
DRNA no da permiso
El pasado 9 de julio Marea Ecologista publicó el documento denegatorio (#O-SF-PBo03-SJ-00256-140622024) que la agencia de conservación ambiental de Puerto Rico le diligenció al Municipio de Camuy, en el que advierte que “la actividad atenta contra los mejores intereses del DRNA”.
El DRNA basó su denegación en que la Reserva Natural Finca Nolla (RNFN) es un importante lugar para el anidamiento de tortugas marinas silvestres en peligro de extinción -cuya temporada se extiende desde febrero hasta el mes de septiembre- y para especies de aves endémicas, nativas, marinas y migratorias, algunas de las que justo ahora están en etapa de reproducción, como lo es el caso del Querequé antillano que “se distingue por anidar en el suelo y zonas abiertas”, explica el documento.
“La zona costera del área es visitada por la especie de tortuga marina Chelonia mydas (carey o peje blanco), la cual se encuentra en peligro de extinción. […] La Reserva alberga diversas especies de aves terrestres y acuáticas donde de las 19 especies endémicas que existen en Puerto Rico, ocho las podemos observar en la RNFN”, argumentan dos de las conclusiones en derecho que presentó el DRNA.
Asimismo, la agencia explica que la Reserva se encuentra en un estado de restauración activa de sus ecosistemas costeros: dunas, manglares, entre otros.
Marea Ecologista informó hace tres meses de una actividad de siembra para la restauración del manglar, en la que participaron organizaciones como Bosque La Yaguaza, Conservación Costera Puerto Rico (CoCoPR), y personas voluntarias, bajo el liderazgo del programa de restauración Vida Marina de la Universidad de Puerto Rico en Aguadilla.
“La Reserva […] se encuentra en plena restauración y en camino a la recuperación debido a que fue impactada severamente en el año 2017 por el paso del Huracán María a la Isla. Además, en el año 2012 se comenzó un Proyecto de Restauración Ecológica de la RNFN junto con otras entidades académicas y organizaciones sin fines de lucro, incluyendo al Servicio Forestal de Estados Unidos. Desde el año 2019 hasta el presente se lleva a cabo el Proyecto de Fortalecimiento de los Sistemas Costeros Naturales de Puerto Rico a través de la restauración ecológica, la educación y la participación comunitaria”, argumenta el DRNA.
Comunidad y DRNA en alerta
Las comunidades y grupos conservacionistas vecinos de la Reserva Natural Finca Nolla siguen vigilantes. En la mañana de hoy circularon fotos en la red social Facebook de patrullas del Cuerpo de Vigilantes del DRNA brindando vigilancia a la Reserva Natural. Una fuente de Marea Ecologista nos informó que la licenciada Mildred Sotomayor Bourbon, abogada principal del DRNA, y el biólogo Ferel Velázquez, de la secretaría Auxiliar de Conservación e Investigaciones, acompañaron a los vigilantes en esta jornada.
“Nos alivia saber que el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales haya tomado la determinación de denegar la petición de realizar el evento Titans Race en la Reserva Natural Finca Nolla. Igualmente, nos alegra saber que los reclamos de la comunidad fueron escuchados y que esta lucha haya rendido frutos, salvaguardando la integridad del espacio y la seguridad de las comunidades adyacentes”, expresó el grupo comunitario y conservacionista Bosque La Yaguaza, en unas declaraciones escritas que envió a la redacción de Marea Ecologista.
Hace dos meses las organizaciones conservacionistas y comunitarias radicaron una querella ante el DRNA preocupados por el impacto que esta carrera pudiera causar a la Reserva.
Compartimos el documento de designación de la Reserva Natural Finca Nolla publicado por la Junta de Planificación en el 2016 para concientizar sobre el valor ecológico de esta zona.