(Nota de la Redacción. Este reportaje publicó en el portal del programa ONU Medioambiente)
(ONU Medio Ambiente)- A medida que el mundo se enfrenta a la triple crisis planetaria (cambio climático, la pérdida de recursos naturales y biodiversidad, y la contaminación y los desechos), existe una creciente preocupación por las repercusiones que estas crisis tienen en la salud mental de las personas.
Estudios recientes del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y sus asociados evidencian que toda alteración, desde un clima cambiante hasta la contaminación acústica, atmosférica y química, afecta negativamente al bienestar mental de los seres humanos.
“Un medio ambiente saludable no solo es un ingrediente clave para la salud y el bienestar humanos, sino también una base para el enfoque “Una sola salud” , ya que la salud de las personas, los animales, las plantas y el medio ambiente y los ecosistemas en general están estrechamente vinculados y son mutuamente dependientes”, afirmó Cristina Zucca, quien coordina las actividades sobre contaminación, medio ambiente y salud en el PNUMA. “Esta situación requiere medidas a nivel individual y de políticas para crear un entorno saludable que promueva la salud mental”.
Con motivo del Día Mundial de la Salud Mental el 10 de octubre, profundizamos en cuatro cuestiones clave que afectan la salud mental y cómo podemos recurrir a la naturaleza y la acción climática en busca de soluciones.
Contaminación por ruido
El informe Fronteras 2022 del PNUMA evidenció que a medida que las ciudades crecen, la exposición prolongada a altos niveles de ruido de las carreteras, los ferrocarriles, los aeropuertos y la industria está perjudicando la salud mental de las personas al interrumpir el sueño nocturno.
Las estimaciones sugieren que, en Europa, 22 millones de personas sufren de molestias acústicas crónicas y 6,5 millones se ven afectadas por trastornos del sueño. Las personas de edad, las mujeres embarazadas y las personas que trabajan por turnos se exponen a mayores riesgos.
El estudio destaca maneras naturales de mejorar la salud mental y mitigar los efectos adversos de la contaminación acústica, como por ejemplo plantar vegetación en entornos urbanos para que esta absorba la energía acústica, difunda el ruido y reduzca el efecto amplificador de las calles.
Los arbustos, los cinturones de árboles, los jardines verticales y los techos verdes tienen efectos visuales positivos y ayudan a amplificar los sonidos naturales al favorecer más la fauna silvestre en las ciudades. Algunos sonidos, particularmente los de la naturaleza, traen beneficios para la salud, ya que pueden indicar un entorno seguro que reduce la ansiedad.
Contaminación del aire
El 99% de la población mundial respira aire insalubre que viola las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y se estima que 7 millones de personas mueren prematuramente a causa de la contaminación atmosférica.
Según la OMS, la calidad del aire es uno de los múltiples determinantes ambientales, sociales y económicos de la salud mental. Asimismo, la investigación muestra que los altos niveles de partículas finas inhalables (MP 2,5) pueden obstaculizar el desarrollo cognitivo en los niños y niñas. En el informe de UNICEF Peligro en el aire, se evidencia que la exposición durante la infancia a altos niveles de contaminación atmosférica podría dar lugar a problemas psicológicos y de comportamiento en edades posteriores, incluido el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), ansiedad y depresión.
La plataforma de acción BreatheLife, una alianza entre la OMS, el PNUMA, la Coalición Clima y Aire Limpio (CCAC) y el Banco Mundial, presenta múltiples soluciones a nivel local que los gobiernos pueden ejecutar con el objetivo de combatir la contaminación del aire y crear ciudades más sanas para una ciudadanía más saludable.
Estas soluciones giran en torno a la movilidad eléctrica, caminar y desplazarse en bicicleta y demás alternativas de bajas emisiones de carbono; su objetivo consiste en que los países y las ciudades reduzcan la contaminación del aire, mitiguen el cambio climático y creen espacios verdes. Asimismo, esta campaña pone de relieve la importancia de abordar la contaminación atmosférica procedente de la industria, el transporte, la gestión de desechos, los hogares y la agricultura y la urgencia de mejorar la gestión de la calidad del aire adoptando y cumpliendo normas de una calidad del aire adecuada.
Aunque se han logrado adelantos, las investigaciones del PNUMA concluyen que es mucho lo que aún falta realizar. Reconociendo la importancia de abordar la contaminación del aire, la Asamblea General de las Naciones Unidas ha declarado el 7 de septiembre, Día Internacional del Aire Limpio por un cielo azul, como una oportunidad para celebrar el progreso e impulsar la acción a nivel mundial.
Contaminación por químicos
Los productos químicos en el medio ambiente son un problema de salud mundial. Si bien los productos químicos y los desechos son los principales contribuyentes a las economías mundiales, su gestión racional es esencial con miras a evitar riesgos para la salud humana y los ecosistemas y reducir costos sustanciales para las economías nacionales.
Las investigaciones en la materia han demostrado que aproximadamente uno de cada tres niños tiene plomo en la sangre a niveles que pueden estar asociados con una disminución de la inteligencia, dificultades de comportamiento y problemas de aprendizaje.
El PNUMA está colaborando estrechamente con sus asociados en la elaboración de soluciones generales para la gestión racional de los productos químicos y los desechos. En septiembre de 2022, los Estados Miembros, los representantes de la industria, el mundo académico, las ONG y los grupos de jóvenes acordaron una visión para el Enfoque Estratégico y la gestión racional de los productos químicos y los desechos posterior a 2020 con el objetivo común de ayudar a proteger la salud de las personas y del planeta.
Cambio climático
Un reciente informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) señaló el aumento previsto de los efectos en la salud mental debido a la exposición a altas temperaturas, fenómenos meteorológicos extremos y pérdidas económicas y sociales relacionadas con el clima, así como la ansiedad y la angustia asociadas con las preocupaciones por la crisis climática.
La OMS ha confirmado esta tendencia, señalando que el cambio climático está teniendo efectos más fuertes y duraderos en el bienestar mental de las personas. Un informe reciente muestra que, después de eventos climáticos extremos, se reporta un número significativo de casos de depresión, ansiedad y condiciones relacionadas con el estrés.
El informe pide una respuesta acelerada a la crisis climática por parte de los gobiernos, incluidos los esfuerzos para abordar y reducir sus impactos en la salud mental y el bienestar psicosocial.
Lee el reportaje en el portal del programa ONU Medioambiente